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lunes, 11 de marzo de 2013

Terapia regresiva

terapia regresiva
Si tuviéramos la posibilidad de acceder y de examinar con conciencia los recuerdos almacenados en el inconsciente, seguro que encontraríamos experiencias, situaciones, hechos que nos dejaron marcas profundas. Un reproche o un castigo de los padres, un despecho de otros niños, el dolor de nuestros padres, una madre ausente, la muerte de un ser querido, un toqueteo, nos pueden marcar de por vida.
Estos hechos no se recuerdan por 3 motivos:
  • Porque se producen en una edad muy temprana
  • Como mecanismo de defensa, para borrar acontecimientos traumáticos.
  • También pueden ser acontecimiento de una vida pasada (memoria del alma).
Realmente no es tan importante lo que los otros nos hicieron, si no como hemos transformado, interpretado y digerido lo que pasó.
Durante la sesión terapéutica regresiva, mediante la relajación y el uso de técnicas energéticas, la persona llega a un estado Alfa, sin necesidad de hipnosis, logrando un estado de conciencia diferente, que permite, entre otras cosas ensanchar el campo de memoria. Se despiertan recuerdos lejanos y la persona puede revivir experiencias pasadas con fines terapeuticos para el trabajo personal.
El objetivo de esta terapia es dar luz sobre el hecho y la emoción contenida durante mucho tiempo a partir del mismo, dejando que aflore, fluya y se agote. Así el trauma ya sin la fuerza de la emoción, deja de incidir en nuestra vida actual.

jueves, 7 de marzo de 2013

PROCESO PERSONAL TERAPEUTICO

El proceso personal terapéutico es una herramienta para el desarrollo individual, para acercarse a la satisfacción interna, al equilibrio y a sentir la vida aceptándola tal como es, con todas sus facetas.
 El trabajo terapéutico que realizo en mi consulta se basa en el concepto de que la mayoría de las personas se alejan de uno mismo, de su verdadero yo, identificándose con las múltiples mascaras que llevamos en nuestro día a día cotidiano y nos hace vivir sin libertad, gobernados por los automatismos y las emociones negativas. encerrados en nuestra estructura mental y confundidos por los filtros mentales que nos mantienen atrapados.
Podemos decir entonces que somos el resultados de nuestras experiencias pasadas, de nuestra herencia familiar, social, cultural y, según cómo hemos almacenado inconscientemente estas vivencias y de como hemos decidido conscientemente hacer frente a ellas, somos lo que somos en el presente. Todas nuestras experiencias están grabadas energéticamente en nuestro cuerpo. Toda armonía o discordancia, toda realización o limitación en la consciencia se manifiesta como una vibración en el cuerpo.
Todo esto conforma el mapa fantasmagórico individual que se ha construido inconscientemente cada uno de nosotros para enfrentarnos y para protegernos, del mundo, de la vida y de los otros. El trabajo terapéutico consiste en volver a conectar con nuestro cuerpo físico, recuperar vitalidad y bienestar, equilibrar nuestro cuerpo emocional y mental, acercándonos a nuestra esencia. Se trata de poder realizar un paso más hacia la toma de conciencia de quienes somos, que queremos y hacia donde vamos.
El proceso personal terapéutico se divide en 4 etapas:

La primera etapa actúa principalmente en el cuerpo físico y etérico. Se basa en el hecho de que la mayoría de las personas están desconectadas de su cuerpo. No escuchan su cuerpo y las señales que este les envía para avisar de un desequilibrio o de algo que no está fluyendo (sensaciones reprimidas o mal interpretadas, cosas no dichas) y se encuentra estancado. Esta primera etapa consiste en: sentir el cuerpo e interpretarlo.
El trabajo se realiza en camilla, prestando atención a la forma en que respiramos, las sensacionescorporales (dolores, molestias, partes sin sensibilidad) y las imágenes asociadas a esta, etc. La finalidad de esta primera etapa es la de conectarse y sentir el cuerpo, que lección nos enseña, tomar conciencia de cómo nos sentimos respecto a él, como lo cuidamos, que bloqueo tenemos.

La segunda etapa explora el mundo emocional y “el cuerpo emocional” de la persona. Se miran, cuales emociones conscientes el paciente siente y expresa y, cuales emociones inconscientes reprime e ignora. El trabajo terapéutico se desarrolla poco a poco, deshilvanando los aspectos sutiles para descubrir el mapa emocional (oculto o consciente) de la persona.
Las sesiones en camilla, en esta etapa estarán enfocadas a entrar en el mundo emocional de la persona, explorando la percepción de las emociones básicas, guiando (sin manipular o obligar la persona a realizar pasos que no está preparada) el proceso, para que salgan a la luz emociones ocultas o no conscientes, y para ver que hay detrás de las conscientes. El paciente es estimulado a observarse y a fijarse en lo que siente, no solo en la consulta sino también en su vida cotidiana. A través de la observación y la importancia de “sentir”, se guiará a la persona a redescubrir y si es necesario, a revisar su mapa emocional. Los patrones emocionales con nuestros padres, los lazos ocultos y lealtades ocultas, etc. Trabajando con el niño/a interno.
Este proceso es asentir la realidad y lo que pasó, para salir de la fantasía y de la lucha imaginaría.
 La tercera etapa del trabajo, trata las estructuras mentales y las creencias personales (cuerpo mental).
La estructura humana es subjetiva, se trata de llevar a la conciencia el cómo organizamos lo que vemos, escuchamos y sentimos y, de cómo filtramos el mundo que nos rodea a través de los sentidos.
Se realiza un proceso para descubrir los filtros mentales que nos impiden la percepción de la realidad.
El ser humano está convencido que su percepción de la realidad y la realidad son la misma cosa. El trabajo consciente hace descubrir que en efecto nuestra percepción y la realidad pueden ser dos cosas diferentes. Los seres humanos funcionan a través de su personalidad y esta limita el acceso directo a la realidad verdadera.
Para percibir el mundo que nos rodea, necesitamos un instrumento, y este instrumento es nuestro sistema mental en sus partes inferiores o superiores. La proporción activa de cada una de esas partes depende de nuestro grado de evolución. Por ello diremos que percibimos la realidad a través de nuestro filtro mental. El contenido y el grado de apertura de ese filtro hacen que nuestra percepción sea más o menos limitada y posiblemente deformada por éste.
Este sistema de creencias se construye a partir de experiencias vividas y grabadas de una forma personal por el filtro mental. Todas las estructuras adquiridas en el transcurso del condicionamiento familiar y cultural que son archivadas a un nivel bastante profundo.

La cuarta etapa es para profundizar y asimilar lo aprendido, el tomar conciencia de nuestro mundo interno: sensaciones corporales, emociones pensamientos y necesidades. Y para unificar los fragmentos, esas partes de nosotros que debido a traumas o creencias se han alejado.
Una vez obtenidas las piezas principales de nuestro mapa emocional y tengamos claras las principales creencias que nos limitan, nuestros mayores filtros metales y seamos conscientes de los automatismos (aquellos aspectos que repetimos en nuestra vida y que nos tienen anclados a una manera de ser y comportarnos) se realiza un trabajo de liberación o de aceptación en forma cociente.
Esta etapa también trabajara la polaridad y el árbol genealógico (pertenencia al sistema, jerarquía, expiación (yo por ti) y lealtades ocultas) es decir: La creencia sistémica.
Creo en la capacidad innata del ser humano hacia la sanación (equilibrio) y el propio desarrollo. Por esta razón sera la propia voluntad y la conciencia de si, el eje central de esta terapia.